lunes, 11 de diciembre de 2017

Lorem ´5 minutos despide al 2017


En abril de 2012, con Lorem 5´, abrimos un espacio crítico para reflexionar sobre distintos aspectos de la comunicación publicitaria.
Desde entonces hasta ahora nos animó un propósito múltiple: contribuir a mejorar la eficacia de las campañas publicitarias, optimizar el desempeño y la relación entre los distintos actores del proceso y, por último, hacernos conocer como agencia de publicidad.

Hoy, a más de 5 años de haber emprendido esta aventura y en vista de la exigua repercusión lograda con los dos primeros objetivos, decidimos cerrar el año con una entrega dedicada íntegramente a la autopromoción.
No hay esta vez lecturas para reflexionar, ni opiniones para compartir o polemizar. Hay sólo una selección de nuestros últimos trabajos de gráfica para nuestros principales clientes. Nuestros lectores dirán si estas piezas responden a la filosofía de trabajo que preconizamos desde Lorem ipsum. De su feedback dependerá que la continuidad de Lorem 5´tenga sentido.
Felices fiestas. 











martes, 8 de agosto de 2017

¿QUÉ ES HOY UNA AGENCIA DE PUBLICIDAD?


En una entrevista con la revista especializada LatinSpots de junio de este año, Pablo Gil, CEO de una de las agencias más jóvenes y pujantes de Buenos Aires, analiza el rol actual de las agencias de publicidad, los desafíos que plantea la generación de contenidos digitales y la importancia de liderar con el ejemplo, entre otros temas que merecen debatirse.

El negocio de la publicidad es un negocio de ideas. Las agencias venden ideas. La evolución, principalmente, tiene que ver con la transformación de las ideas que uno pueda brindar. Hasta hace algunos años, lo que se le solicitaba a una empresa de ideas publicitarias tenía que ver con contenidos que se destacaran, llamaran la atención y lograran el objetivo de vincularse con el público objetivo. No había muchas más opciones para generar un vínculo. Hoy las agencias tienen la oportunidad de evolucionar y brindar, comunicacionalmente, ideas que vayan más allá de la generación de contenidos.
Como empresas de comunicación, debemos ver la generación de contenidos como un tipo de solución creativa que una agencia ofrece, sin que ésta sea la menos o la más importante. Por otro lado, la innovación y el pensamiento estratégico de reconversión de ciertos aspectos relativos al cliente, como utilizar eficientemente el contenido para que logre resultados en el vínculo con los consumidores requiere, de pronto, más creatividad que el contenido en sí mismo. La comunicación, a la vez, nos da la posibilidad de que nuestro trabajo genere ventas, porque el e-commerce ha achicado la brecha entre la comunicación y el acto de compra. Antes estaban separados. Teníamos que ver un contenido en algún lugar, generar una acción, moverte, agarrar el auto, caminar hacia la esquina y entrar a un local para comprar lo que necesitábamos. Hoy, las posibilidades son mucho más amplias y logramos interpretar y darnos cuenta, sin renunciar a lo que vendemos, que son las ideas, que el mundo de las ideas y la creatividad exceden ampliamente la ejecución creativa de un contenido y empiezan a ser necesarios otros aspectos igual de importantes. Se ampliaron las posibilidades de una empresa de comunicación. Antes nuestra responsabilidad como agencias era generar un contenido creativo que se destacara y hoy la creatividad emocional la podemos utilizar para dar puntos de vista diferentes a los problemas comunicacionales o de vínculo entre las marcas y los consumidores, desde múltiples aspectos.

Un nuevo modelo de relacionamiento con los clientes

Como empresa de ideas integral, el servicio de ejecución también debe ser integral. No porque las agencias sepamos hacer todo, sino porque debemos hacer todo. Antes estaba el tema de “no se puede hacer todo” y sí, tenemos que hacer todo porque debemos saber solucionar los problemas de los clientes en distintos tipos de campos de acción, ya sea con una comunicación tradicional, una estrategia en redes sociales o implementando tecnología para generar nuevas oportunidades y posibilidades a partir de la planificación del mix de medios. La comunicación ya no es más de división, sino de integración. La ventaja competitiva la van a tener quienes logren un conocimiento estratégico amplio. Para tener este conocimiento lo que va a hacer funcionar a las empresas es la diversidad. Se trata de agrupar diferentes talentos que manejen posibilidades y soluciones distintas. El modelo de los grandes grupos de dividir ya pasó de moda. Lo que se viene es una integridad de conocimiento estratégico con la posibilidad de implementar planes de acción a partir de un conocimiento 360º de las necesidades de las marcas, que incluye, por ejemplo, medios, tecnología, contenidos, data y research para digitar las estrategias necesarias de acuerdo a cada cliente. Una vez identificadas las estrategias, hay que buscar las mejores maneras de implementarlas.

¿Agencia de publicidad o consultora de negocio?

Que el negocio de la publicidad es un negocio de consultoría es un tema viejísimo. Hugo Casares o David Droga eran los Nº1 porque los dueños de las compañías o los presidentes querían hablar con ellos sobre su visión acerca de las necesidades de las marcas. Lo que más sabemos hacer las agencias es ser consultores de marcas, lo que pasa es que hoy existen diferentes problemáticas y diferentes oportunidades o necesidades, que exigen otro tipo de soluciones. En otras épocas, las soluciones de las marcas tenían que ver con la promesa o lo discursivo que decía la marca en un entorno y hoy la marca ya no puede decir lo que quiera, tiene que ser consecuente con su filosofía y sus productos. Antes el publicitario era un poco el que vendía lo que la compañía no era, y la gente lo creía. Es decir, la publicidad consistía en contar una mentira de una forma bella para que la gente la creyera. Hoy se trata de encontrar qué cosas reales pueden prometer como compañía porque si mentís, te matan. El trabajo de consultoría existió siempre, pero si lo llevamos al terreno de los negocios, ya me parece un poco pretencioso. Las agencias podemos ser consultoras de las marcas en todo lo relativo al negocio integral, pero no podemos asesorar financieramente a una empresa. Si nuestro trabajo es aportar valor y generar ventas, entonces vamos a generar negocios, pero no somos asesores de negocios. Los podemos ayudar a superar la bisagra entre lo digital versus lo tradicional con la menor cantidad de traumas posibles, fomentando un cambio cultural en el seno de las compañías y nutriéndolas de experiencias tecnológicas y digitales, pero nunca vamos a poder asesorar a las empresas desde el punto de vista del negocio en sí mismo. Sí los vamos a poder asesorar para que su negocio suba en ventas.

Sobre la contratación de nuevos talentos

Las industrias viven del talento y lo que debe brindar una agencia es valor agregado desde el pensamiento y, sobre todo, el pensamiento nacional. En el futuro, una parte de nuestra industria va a ser manejada y va a brindar un servicio desde la inteligencia cognitiva, pero mucho del diferencial que aportemos va a tener que ver con el aporte desde la intelectualidad que hagan los profesionales que estén integrando la mesa de decisiones en las agencias. Ahí está el principal desafío por delante, ver cómo captamos ese potencial. Antes la publicidad se nutría del artista, músico, pintor o escritor, que encontraba en la publicidad un medio de subsistencia económica y hoy nos estamos peleando por economías creativas con industrias como la del videojuego, la producción de web-tv o los microemprendimientos. El gran desafío es cómo hacemos para captar talento en una industria súper competitiva, donde hay empresas o industrias que ofrecen mejores salarios y que, a simple vista, parecen ser más innovadoras en la comunicación que la publicidad, que es vista como algo viejo. Más allá de la capacitación, la gente no está eligiendo Publicidad como carrera y eso también es parte del problema. Si los publicitarios recién están comenzando a entender cómo se mueve la publicidad de hoy, menos lo entenderán los estudiantes. En general, la gente piensa que la publicidad es lo que se ve en la tele y en la vía pública, y no es así.

Cómo hacer para que los equipos se integren y puedan aportar lo mejor de sí

El liderazgo se da con el ejemplo. Liderar no es impartir órdenes o estar todo el día en la oficina diciendo lo que hay que hacer. Tampoco pasa por las personas. El liderazgo tiene que ver con las corporaciones y las que tienen que tener la visión de liderar son las empresas. Se lidera con la búsqueda, acertada o no, de soluciones diferentes y nuevas propuestas. A los chicos no les podés prometer demasiado sino que tenés que demostrar con hechos cómo vivir experiencias. Eso es liderar. Lo mejor que pueden aportar las nuevas generaciones a la publicidad es enseñarnos a pensar distinto. Los jóvenes son el reflejo del consumidor del futuro y, si no respetamos su manera de ser, no estaremos respetando al consumidor al que nos vamos a estar dirigiendo en los próximos años.

¿Cómo cambiará esta industria de aquí a los próximos años?

¡Qué bueno sería tener la respuesta! Para mí lo lindo es estar todo el tiempo pensando que todo va a ser mucho más complejo, mucho más grande, las personas estarán hiperconectadas, todo será mucho más competitivo, habrá muchas más marcas queriendo vender en el menor lapso posible a través del e-commerce la mayor cantidad de productos posibles y cada vez se volverá más importante nuestra visión estratégica de identificación y diferenciación en cuanto al vínculo con los consumidores. Ahí tenemos que ver cómo la tecnología, conocimiento, data, y nuevas ideas aportan valor agregado al pensamiento estratégico para que generemos empresas con diferenciadores mentales y de visiones que se destaquen y logren alcanzar los objetivos trazados.

lunes, 5 de junio de 2017

¿Creatividad vs. tecnología?


Las separaciones que hasta hace pocos años existían en el mundo de las comunicaciones de marketing se están disolviendo rápidamente. Con el avance de la tecnología y la internet, las esferas del marketing y los medios, de las agencias creativas y las consultoras, las de la publicidad y las relaciones públicas, la publicidad y el entretenimiento, el retail y el e-commerce ya se funden en algo que hace casi irreconocible el territorio de unas y de otras.

Los marketers se encontraron de pronto con herramientas increíbles, pero emergió a la vez un “pequeño” problema: en su mayoría no sabían cómo utilizarlas. Por su parte, las agencias de publicidad se encontraron con una nueva competencia: las firmas consultoras. Estas, que tienen un profundo background en la estrategia de negocio y la tecnología empresaria, están agregando agencias creativas a su arsenal de soluciones, mientras las grandes agencias que no tienen consultorías in-house están expandiendo su oferta para mostrar que entienden la estrategia del negocio y del rol de la tecnología en el marketing y mantenerse a la par de las firmas consultoras.

Hoy, la percepción de marca ya no es suficiente, se necesita también crear una gran experiencia del consumidor. Los marketers se han dado cuenta de eso y ahora están usando la data para ver qué es lo que seduce a los consumidores y qué les resulta indiferente. Para las agencias, esto significa abrazar el enfoque conducido por la data que los consultores han venido aplicando desde hace mucho tiempo. Las agencias necesitan proveer no sólo el mensaje justo para el producto, sino también las herramientas adecuadas de marketing para conducir ese mensaje, y medir los resultados.

Sin duda, la creatividad continuará siendo esencial para el éxito del marketing, pero será sólo una parte de la solución que necesita el negocio, y no toda la solución. Ya no se trata sólo de emitir comerciales durante el prime time para vincular a una marca con su audiencia. La cuestión radica en crear un contenido significativo que la gente disfrute genuinamente. El contenido impulsado a través de los medios es marketing para una audiencia moderna y digital, y sólo es posible a través de canales de medios elegidos con precisión. El engagement es todo, dicen los expertos.

Pero aunque hablar de la “crisis creativa” pueda parecer un asunto viejo,
no pasa una semana sin que alguien, en algún lugar del ecosistema de la publicidad, pida poner menos el foco en la data y la automatización y más énfasis en la creatividad y el relato de historias. Todavía hay una enorme división entre los mundos de la creatividad y la tecnología. A medida que la inversión en programática sigue subiendo, crece la incertidumbre en torno a dónde se acomoda la creatividad en un mundo apoyado en las plataformas tecnológicas y conducido por la data.

Con este telón de fondo, algunos llegaron a proponer la incorporación de un “tecnólogo creativo” dentro de la agencia para cubrir la brecha que existe entre esas dos capacidades diferentes, la creatividad y la tecnología.
Demasiadas agencias creativas o bien han fallado en evolucionar en línea con las últimas innovaciones tecnológicas, o bien se han apropiado de la creatividad publicitaria tecnológica, pero fracasaron en explorar cómo pueden esas campañas ser escaladas efectivamente utilizando la tecnología. Del otro lado, la ad tech ha permitido un mayor volumen y proliferación de los mensajes, dándoles a las marcas un sentido de urgencia para usar tanto como sea posible, pero perdiendo la calidad artística en el proceso.

Lo que está emergiendo ahora en algunas compañías tecnológicas innovadoras es un enfoque consultivo a lo largo de los productos, con un mix versátil de metodologías, que permitan a las firmas acercarse a cualquier brief con una respuesta conducida por la creatividad o por la tecnología. En un nivel fundamental, aunque la tecnología publicitaria todavía necesita abrazar mayor creatividad y mayor consideración sobre cómo resaltar –antes que disputar- la experiencia del consumidor, no caben dudas de que el futuro de la publicidad será impulsado por la tecnología.

Desde la perspectiva de una agencia, hay una necesidad vital de entender mejor la tecnología internamente, además de reconocer como puede la agencia ayudar a los clientes a alcanzar mayor alcance y escalar las campañas creativas. Para hacer eso con un módico éxito, David Hillier, jefe de creatividad de la agencia Adform, sugiere aplicar cuatro ideologías clave:

1)    Entender las herramientas disponibles para el relato de historias. No se trata solamente de crear valores, sino de desplegarlos efectivamente para producir un impacto emocional. Hasta los valores más simples pueden crear una experiencia cautivadora si se los usa en la forma correcta. Esto requiere una conexión artística con el usuario.

2)    Encuentre formas de colaboración. Los creativos de agencia no tienen por qué comprender las complejidades y los matices de las plataformas tecnológicas. Utilice las consultas con las compañías tecnológicas y permítales realizar consideraciones creativas. Instile simbiosis creativa y elimine todo cinismo hacia esas compañías para impulsar el beneficio de los creativos. Considere la relación entre los creativos y la tecnología como una que se establece entre la magia y los trucos.

3)    Presente un frente unificado. Esto es clave para romper la secuencia de eventos que existe durante los lanzamientos de campañas, que casi siempre dejan a las compañías creativas en un lugar rezagado. Mantenga a toda costa una dosis de introspección, pero abandone cualquier intransigencia. La tecnología no es la solución de oro; no obstante, los múltiples protagonistas de la industria tienen que actuar como un conjunto.

4)    Piense más como una compañía tecnológica. Preste atención a los cambios exponenciales que la industria arroja todo el tiempo. Sea ágil y encuentre caminos informados y cerebrales para responder a las necesidades del cliente y engendrar el crecimiento de soluciones ajustadas al producto. La rigidez debe ser reemplazada por la fluidez, y la innovación necesita ser utilizada como un concepto práctico, no como una palabra de moda. La tecnología debe expandir las posibilidades, no contraerlas o amortiguarlas.

La realidad es que en el mundo programático digital, creatividad significa ejecuciones brillantes y basadas en la data, y un foco sobre la experiencia del consumidor. Para cualquier agencia que realmente quiera abrazar el infinito medio de la tecnología es clave producir entretenimiento, utilidad o una resonancia emocional en una audiencia.

Las agencias están atravesando un punto de inflexión. Aquellas que no estén singularmente enfocadas en la tecnología para escalar la experiencia del consumidor verán peligrar su supervivencia. Pero tienen una oportunidad de reinventarse, como lo han hecho tantas veces en la historia. Su fortaleza indiscutida, su mejor talento en pensamiento estratégico y en creatividad, las ubica en una posición de privilegio frente a los clientes. El publicitario de hoy debe volver a ser un consultor calificado como el publicitario de hace cuarenta años.

En tiempos de desarrollo avanzado de inteligencia artificial, de búsqueda de exactitud en el retorno de la inversión, de interacción personal con el consumidor, como siempre, lo que diferencia lo perdurable de lo descartable continúa siendo el trabajo, la perseverancia y el talento, ahora con el complemento de las herramientas tecnológicas.

Fuentes consultadas: Advertising Age y adlatina.com

jueves, 30 de marzo de 2017

¿Está muriendo el director creativo?


Mark Wnek es manager de crisis creativas para clientes y agencias de publicidad. En una nota escrita para la revista especializada Advertising Age sostiene que la tendencia al “sí” fácil y a alentar “lo lindo” por encima de lo efectivo está produciendo la aparición de avisos y campañas sosas, aburridas, y matando de a poco la figura del director creativo publicitario tal como lo conocimos hasta ahora.

¿Cómo es que hacen un trabajo tan mediocre gran parte de las agencias en estos días?, se pregunta Mark Wnek. Y tratando de encontrar una respuesta, relata:
“Tuve una clave tomando un café con un ex colega el otro día. Él es ahora el CEO de una de esas enormes y aburridas agencias que parecen producir trabajos enormemente aburridos. Cuando él elogió a su jefe creativo, todo lo que dijo rondó la idea de una “linda persona”. Palabras como “eficiente” no se oyeron para nada.

Un par de días después, durante un almuerzo con una amiga que había sido directora de cuentas, le pregunté si sentía que el trabajo que entregaba su agencia era brillante. Ella admitió que no pensaba que lo fuera, pero que le gustaba “porque la relación cliente-agencia era brillante”.
Quedé un tanto confundido. ¿Cómo podía ser brillante una relación si el trabajo no lo era? Vi que se movía inquieta en su asiento y discutimos un rato, como suelen hacer los publicitarios de diferentes disciplinas. Finalmente, admitió que la agencia tal vez era culpable de haber seguido al cliente, en lugar de conducirlo. Particularmente en cuestiones digitales, donde ella sentía que la agencia había apostado fuerte –tal vez demasiado- en los llamados “jóvenes digitales nativos”, en detrimento de la verdadera calidad creativa.

Como director creativo, creo firmemente que una gran idea no depende de quien la tenga –joven, viejo, blanco, negro, heterosexual, gay, hombre, mujer-, pero el reconocimiento y el empuje de una idea descansa en la experiencia. Creo también que si se quiere ser un director creativo de una agencia de primer orden, el perseguir la grandeza puede requerir la suspensión de las “lindezas”.

¿Cuál es la más letal y contraproducente “lindeza”? La palabra “sí”.
No/No es suficientemente bueno/Hágalo otra vez/Bien pero no suficiente/ ¿De veras?/¡Este es su quinto intento para este aviso y esto cuesta 350.000 dólares! ¡Haga un intento más! Estas frases y otras semejantes son el stock del director creativo top en toda profesión en la que la calidad sea primordial, le dije a mi amiga.

El “sí” es una palabra mucho más significativa y preciosa cuando se le da a un resultado de los estándares más altos.
Mi primer director creativo, cuando yo era un joven en Ogilvy, me pateaba en las piernas si mi trabajo no le gustaba. Hoy sería echado por hacer eso, y estaría bien. Pero a juzgar por los resultados, los directores creativos necesitarían acudir al libro “The One Minute Manager”, de Kenneth Blanchard, y aprender que se puede criticar el trabajo sin denigrar a la persona.

Cuando su pieza no tiene fallas, usted muestra calidad y construye confianza. Ser brillante es terriblemente duro. Pero, recientemente, los que sufren la tiranía de la página en blanco han recibido una nueva solución: lo digital y la big data.
La conectividad constante y la automatización parecen haber alivianado el peso de la excelencia creativa al entregar el mensaje “justo” en el momento preciso, basado en el conocimiento granular de los movimientos y necesidades de la gente.

No obstante, en el frenesí de su sobreexcitación, esos herederos de la publicidad directa aún están por aprender que la conectividad no es conexión. Usted puede estar en el lugar justo en el momento preciso, pero ¿para qué sirve eso si usted es aburrido, sin inspiración, sin atractivo y sin empatía?
La data –no importa cuán big o segura sea- puede facilitar, pero no puede consumar. De hecho, la confianza en la data granular y la automatización del marketing está teniendo un efecto colateral indeseado: el uso de ad blockers va a llegar al 24,4% este año, a casi 90 millones de propietarios de smartphones en los Estados Unidos.

No es sorprendente que más y más marketers están dejando de lado a sus llamadas “agencias de record” para darles más y más proyectos a shops basados en la excelencia creativa. La automatización, al parecer, puede llevar al caballo hasta el agua, pero no puede hacerlo beber. Sólo una intuición creativa de clase mundial puede hacerlo.”

Fuente: Advertising Age

lunes, 13 de marzo de 2017

Cómo venden su trabajo las buenas agencias


“Los publicitarios nos enfocamos tanto en hacer y vender un gran trabajo, que tendemos a subestimar el rol de fomentar un terreno en común entre la agencia y el cliente. Con fechas límites más rápidas que nunca, los creativos a menudo olvidan que este es un negocio construido sobre relaciones, y no sólo sobre ideas”, dice Danielle Trivisonno Hawley, chief creative officer de una agencia creativa digital global. Y en un artículo publicado en la revista especializada Advertising Age, brinda un puñado de sugerencias que pueden ayudar a los creativos a enmendar ese error. 
 
Lorem 5´se tomó la libertad de dar vuelta esos consejos y reescribirlos desde un punto de vista opuesto, para que un anunciante pueda reconocer cuándo su agencia –más allá de haber hecho un buen trabajo- sabe venderlo profesionalmente y con convicción.
He aquí, entonces, las claves que deberían emplear las buenas agencias para que sus campañas sean aceptadas, y que un anunciante debería esperar de las presentaciones de su agencia:

1.     Las buenas agencias nunca interrumpen ni a su cliente ni a su equipo de trabajo. Si la interrupción se produce inevitablemente, piden disculpas y explican qué pudo haber pasado.

2.     Tratan a todos con respeto. Esto incluye desde la recepcionista al personal de seguridad que está vigilando el edificio.

3.     Estudian a fondo la marca del cliente. Saben cómo está funcionando en la Bolsa de valores, cómo está manejando la prensa, qué posición ocupa en el mercado, en la mente de sus consumidores y cuáles son sus fortalezas y debilidades frente a la competencia.

4.     Escuchan cuidadosamente y hacen preguntas clarificadoras. Eso le hace ver al cliente que realmente desean entender sus feedbacks.

5.     No temen desafiar al cliente. Aunque esté en el brief, se permiten cuestionar y discutir cuando no están de acuerdo.

6.     Saben que no son simplemente personas sentadas alrededor de una mesa. Tienen en claro que tanto ellas como el cliente están al servicio de la audiencia.

7.     Si no conocen la respuesta, lo dicen. Y demuestran que están tratando de encontrarla. No temen usar el método de probar y aprender, porque son conscientes de que a veces ninguna de las partes conoce la respuesta.

8.     Permiten al cliente aportar ideas. Entienden que eso no las hace menos creativas. A veces las ideas del cliente aportan nuevas perspectivas y resultan grandes bloques de construcción.

9.     Mantienen altas las energías. Saben leer el estado de la sala y establecer empatías.

10.  Saben que si ellos no están entusiasmados no pueden entusiasmar a otros.

11.  Tienen claro que los clientes desean ver a los creativos cara a cara y saben sacarle provecho a ese hecho.

12.  Hacen que el cliente “compre” a la agencia, no sólo a su trabajo.

13.  Se presentan como un equipo unificado. Logran que la reunión sea conversacional y participativa. No pierden de vista que la mayoría de los clientes quieren ser una parte del trabajo, no sólo los “aprobadores”.

14.  No corrigen a los miembros de su equipo. En lugar de eso, utilizan el enfoque de “y si…”.

15.  No ignoran el hecho de que, más allá de lo que sus miembros digan en una presentación, los clientes siempre compran la química por encima del trabajo.

En el mundo de la publicidad, los profesionales de una agencia generan razones para creer todos los días en las marcas. Y detrás de esas marcas hay equipos de gente. Las buenas agencias fomentan esas conexiones y alientan las relaciones personales. Así es la naturaleza humana. Y eso también es un buen negocio.

Fuente consultada: Advertising Age

jueves, 2 de febrero de 2017

¿Agencia de publicidad o creativos free-lance? Esa es la cuestión.


Corren tiempos complejos para las agencias de publicidad: fuga de talentos, la competencia que plantean las consultoras a partir de la big data y la tecnología, los vaivenes financieros que generan los trabajos por proyectos.
 
El gran negocio de las agencias de publicidad de los años dorados, con compra de medios y el reinado indiscutible de la televisión, ha dado paso a una compleja trama con nuevos y poderosos players que antes no existían.
Uno de los síntomas más agudos es la imposibilidad de retener grandes talentos frente a los altos salarios que pagan las empresas de tecnología.
Un estudio conjunto de la Asociación Americana de Agencias de Publicidad y Linkedin revela que el salario promedio de una agencia durante el primer año es 50% inferior al ofrecido por el sector tecnológico, y la rotación de personal en las agencias ha aumentado un 10% en los últimos 12 meses, en comparación con otras industrias competitivas. El estudio indica además que durante 2015 hubo para las agencias una pérdida de 25% del talento.

Una nueva competencia

A medida que el marketing pasa a ser cada vez más conducido por la data y la tecnología, las agencias de publicidad están teniendo que competir en su negocio contra un nuevo rival: las consultoras. La percepción de marca hoy ya no es suficiente; se necesita también crear una gran experiencia del consumidor. Los marketers se han dado cuenta de eso y ahora están usando la data para ver qué seduce a los consumidores y qué les resulta indiferente. Para las agencias, esto significa abrazar el enfoque conducido por la data que los consultores han venido aplicando desde hace mucho tiempo. Las agencias necesitan proveer no sólo el mensaje justo para el producto, sino también las herramientas adecuadas de marketing para conducir ese mensaje, y medir los resultados. A esto se agrega que los marketers están muy entusiasmados con los pitches y trabajos por proyectos; con lo cual la vieja relación matrimonial cliente-agencia, que duraba inalterable por años, hoy se ha transformado en un harén que debe estar con el cuchillo entre los dientes listo para entrar en acción cuando sea llamado.

Lo bueno, lo malo y lo feo

Trabajar por proyectos y pelear constantemente por los pitches tiene un costado bueno y uno malo. Para los marketers, lo bueno es la apertura al trabajo con distintos proveedores. Para las agencias, lo malo es que deben estirarse o achicarse por temporadas, como en un eterno sube y baja.
En temporada de concursos, los recursos freelance (no sólo creativos) son muy necesarios, sobre todo si hablamos de concursos por clientes muy importantes, donde las agencias se juegan a cerrar en año con números rojos o negros, concursos que definen si un año fue bueno o malo, por lo que la calidad de estos talentos que se buscan para la ocasión tiene que ser muy alta.
De la misma manera, una vez ganadas las cuentas, los creativos freelance son una excelente solución para poder atender a esas cuentas con un buen trabajo, pero sin sobrecargar la plantilla ni poner en riesgo los números de la agencia.
Es sabido que las agencias sufren con su planilla de sueldos ante alternativas tan cambiantes y se les hace difícil mantener una nómina muy completa de creativos y estrategas, los que en un momento serán necesitados a full y en otros a la inversa.
Para los anunciantes, el riesgo de trabajar con creativos free lance para proyectos puntuales suele residir en la falta de conocimiento de éstos sobre la compañía, su competencia y sus productos, o en la falta de involucramiento con que a veces se suele entender una relación laboral de este tipo.

¿Es el free lance una probable solución?

En el mercado inglés, muchos talentosos creativos y estrategas han optado por el trabajo freelance, que además le genera dividendos mucho más jugosos. Una gran cantidad de buenos creativos decidieron que es más fresco trabajar por proyectos en distintas agencias y para distintos jefes y clientes y no quedarse en un solo lugar con el mismo cliente durante años. Algo así como un director de cine, que va saltando de proyecto en proyecto, una especie de swingers de la publicidad.
Esta tendencia se viene incrementando en dos puntos extremos: creativos muy talentosos y jóvenes, que no quieren tener que acoplarse a una vida corporativa, y creativos más maduros y con mucha experiencia, que ya están cansados de la vida corporativa. Y es claro que ambos extremos están diciendo algo acerca de las corporaciones y las redes en general. 
Pero, ¿es viable en Latinoamérica que esta tendencia tome impulso y que las agencias comiencen a delegar todos sus trabajos en especialistas freelance?



La contratación de profesionales free lance es una interesante modalidad, siempre y cuando se desarrolle con profesionalidad y seriedad, y sin irse de mambo. Sin convertir a estos recursos en bomberos que apagan incendios y luego se van, porque se corre el riesgo de convertir al departamento creativo de la agencia en un grupo de desconocidos sin ningún tipo de espíritu de equipo ni filosofía en común. Y lo mismo vale para los anunciantes.
Hay que ser cuidadoso con la cantidad de creativos que se tiene en esta forma de trabajo, ya que se dificulta crear una cultura de agencia si uno está lleno de gente que está de paso.
Una agencia funciona bien si tiene una cultura y una filosofía. Si tiene un equipo convencido y comprometido con esta manera de ser, de pensar y de actuar. Muchos freelancers que van y vienen, que hoy están y mañana no, hacen muy difícil tanto generar y mantener una cultura de trabajo como mantener un standard de calidad.
De la misma manera, para los creativos jóvenes también es bueno poder estar un tiempo razonable en un lugar y “mamar” esa filosofía, esos valores, como proceso de formación. Un creativo que no haya pasado por una experiencia de agencia es casi inconcebible.

Los anunciantes deberían pensar qué tipo de relación les conviene en cada caso y analizar pros y contras.
Los creativos freelance son y pueden ser una variante interesante, tanto para agencias como para anunciantes, pero en su justa medida. Esta modalidad no es la nueva y mejor manera de trabajar, sino una alternativa que llevada a cabo con ciertos cuidados puede resultar útil.
Como en esta actividad y en esta vida, todo se resume a la calidad y la personalidad de las personas. Habrá freelancers que lo hagan sin asumir compromiso, y habrá otros que lo harán involucrándose y comprometiéndose.
Y de la misma manera habrá siempre agencias y anunciantes que usen freelancers para gastar menos dinero, y otros que lo harán para poder tener siempre asegurada una cuota de aire fresco en su departamento creativo o de marketing. Habrá que hacer la prueba.

Fuente: Adlatina

lunes, 16 de enero de 2017

¿LA CREATIVIDAD ES UN MITO?


“No hay ninguna idea nueva, la creatividad es un mito, no existe”, con esta frase controversial arrancó su conferencia en El Ojo de Iberoamérica 2016 el productor, director y guionista Pedro Saborido, conocido por su participación en el programa de TV Peter Capusotto y sus Videos.

Con su estilo descontracturado, Saborido capturó la atención de los cientos de espectadores que concurrieron a su charla en el festival más importante de la publicidad iberoamericana. Sus conceptos sobre la creatividad, el origen de las ideas y la manera de construirlas interpelaron a la audiencia sobre lo que se necesita saber
a la hora de contar una historia. Y trajeron nuevamente al tapete algunas cosas que, aunque sabidas, viene bien volver a recordar.

“Muchas veces creemos que las ideas son fruto de inspiración divina, o que son ideas que uno ha buscado y modulado, pero en ambos casos tienen el mismo origen, la diferencia radica en la velocidad con la que se dan”, dijo. Para el guionista, las ideas son una combinación de cosas que ya existen, y que nosotros suponemos que son nuevas. En realidad, son combinaciones de cosas que tenemos en nuestra memoria y que generalmente apelamos a que también las tenga la persona que va a verla, que es donde tenemos coincidencias culturales.

Desde su perspectiva, otro punto importante a la hora de generar ideas es trabajar con muchas al mismo tiempo. “Hay momentos en donde insistís tanto con una idea que la terminas arruinando”, aseguró. Darle tiempo, dejar que la idea madure sola puede ser acertado en el trabajo de creación. “Luego se retoman, o sirven para completar otras”, afirmó.

A veces las ideas no se presentan de manera concreta. Tienen su circunstancia, un momento de maduración y se necesita probarlas en la realidad. Y a veces la limitación es lo que termina dándoles forma. Es necesario que se desarrollen y encuentren sus propios límites. “Lo peor que podemos hacer es enamorarnos y obsesionarnos con una idea, porque la realidad es que vamos a tener un montón de buenas ideas a lo largo de nuestra carrera, entonces hay que dejar que crezcan, salgan, esperen o se mueran, la obsesión es lo único que nos puede detener”, agregó.



Qué se quiere hacer con una idea y cuál es el momento para lanzarla son dos planteos clave que todo creativo debe hacerse. “Las ideas que buscamos no son solo para nosotros, son para los demás”, afirmó. Para cerrar, le sugirió a los asistentes que hagan a un lago el ego, y piensen en el otro a la hora de crear. “Lo que hacemos nosotros no es tan importante como para que el mundo se detenga, necesitamos seducir para que la audiencia se acerque”, concluyó.

Y ya que hablamos de ideas, nada mejor que ilustrar estas reflexiones con una de ellas. Una idea que sin dudas no surgió de la nada, sino seguramente de leer los diarios o de mirar un noticiero de TV:


https://www.youtube.com/watch?v=YmibtRPq92M